Todos en la familia sintieron dolores en su interior luego de escuchar un sonido que no pudieron describir. (Foto: Captura de video / Cuarto Milenio)
El caso no es uno más. Así lo describen en Cuarto Milenio que fue el encargado de sacar a la luz el extraño caso que envolvió a una familia y la llevó a vivir una experiencia que perduró para siempre en su memoria. ¿Qué fue lo que pasó? Esta es la pregunta que quedó sin respuesta. Los testigos solo apuntaron a que sufrieron ataques por demás inexplicables producidos por un ruido insoportable, una luz fuertísima y dolores en las tripas.
El hecho, que se registró hace casi 30 años, recién ahora sale a la luz de manera masiva, ante el temor de quienes vivieron esta experiencia fuera de lo común de quedar en ridículo ante quienes no creen en situaciones sobrenaturales o que van más allá de lo razonable. El escenario donde pasó todo es Barbate, un tranquilo poblado de la provincia de Cádiz en España, que tiene costa sobre el mar.
Un departamento de familia, ubicado en un complejo de viviendas, fue el blanco de este particular suceso. Allí, dos hermanas, que en ese momento se encontraban solas, fueron las primeras en sentirlo. Ambas describen que lo primero que percibieron fue un sonido muy bajo, como que hacían las antiguas heladeras cuando empezaban a enfriar, pero que les llegaba con una intensidad única. A ello se le sumaban los retortijones en las tripas, como cuando se come algo que no estaba en buen estado y el cuerpo te lo hace saber.
Tras unos minutos de estar soportando esto, llegaron a la casa el papá y el hijo. Ambas mujeres, esposa y cuñada, se le fueron encima a contarles la extraña sensación. Ni bien comenzaron el relato, el sonido y los dolores ya se hicieron sentir en todos. Y ahora se le sumó la presencia de una enceguecedora luz blanca que se colaba por cuanta rendija encontraba en una puerta vieja que daba al frente de la casa.
El hombre tomó un arma y estaba dispuesto a disparar si la puerta se abría. Una de las mujeres se asomó apenas por la ventana para ver si podía divisar algo y he’i que alcanzó a ver como un montón de “piernas de palo de escoba”, sin que la potentísima luz le dejar ver algo más.
Lo siguiente que recuerdan es que todos estaban en sus camas sin saber cómo llegaron hasta ahí o qué pasó después de la última vez que, en medio de la oscuridad, no podían ver nada por la intensa luz que se colaba.
En esa zona no son pocos los reportes que se dieron de personas que visualizaron objetos más allá de lo entendible o que pasaron pos experiencias que no se pudieron explicar, según indicaron en Cuarto Milenio.
2024-06-03 12:38:48